Spot de promoción del concurso de la Fundación Bill y Melinda Gates para reinventar el sanitario.

Los desechos naturales de las personas no son un tema de conversación frecuente: nadie quiere pensar en cómo manejamos lo que sale del cuerpo y entra en los sanitarios. Sin embargo, no es un tema menor: ninguna innovación de los últimos 200 años ha salvado más vidas y mejorado la salud más que la revolución sanitaria desencadenada por la invención del sanitario.

Lamentablemente esta revolución llegó sólo a una porción acotada de la población, y hoy más de 2,6 mil millones de personas no tienen acceso a servicios sanitarios adecuados, lo cual puede tener efectos negativos en la salud: cada año 1,5 millones de niños mueren de enfermedades relacionadas a la diarrea, número que podría ser reducido en un 30% con la introducción de sanidad, y las enfermedades causadas por la falta de sanidad son la causa de la mitad de las hospitalizaciones en países en vías de desarrollo 

Adicionalmente, los sanitarios aumentan la dignidad, privacidad y seguridad de las personas, especialmente de las mujeres (que faltan a la escuela cuando tienen su período y que pueden sufrir ataques sexuales cuando hacen sus necesidades a cielo abierto o en baños públicos).

Responder a estos problemas no es simple: los sanitarios que se utilizan en los países desarrollados requieren de grandes inversiones en tuberías y son el objeto que más agua utiliza dentro del hogar, con lo cual reproducirlos en regiones pobres y con falta de agua no es posible. Queda en duda si será posible también mantener su uso en países desarrollados a medida que el cuidado del agua como recurso avance.

Por todas estas razones, la necesidad de diseñar nuevos sistemas sanitarios está creciendo alrededor del mundo, y unos días atrás esta causa recibió un gran envión: la Fundación Bill y Melinda Gates lanzó una serie de incentivos que buscan "desarrollar nuevas herramientas y tecnologías que traten cada aspecto de la sanidad -desde el desarrollo de inodoros higiénicos que no utilicen agua y no requieran de cañerías hasta técnicas de vaciado de pozos y procesamiento y reciclado de desechos".

La idea es no sólo mejorar los sistemas existentes sino incluso aprovechar los desechos para convertirlos en energía o fertilizante para cultivos, y el objetivo es que los sanitarios sean baratos para que puedan llegar al mayor número de personas.

Entre los incentivos lanzados se incluye el Desafío para reinventar el inodoro: un fondo orientado a universidades en Africa, Asia, Europa y Norteamérica para desarrollar un inodoro independiente de cañerías y de electricidad que cueste hasta 5 centavos de dólar por día. La fundación también trabaja con otras organizaciones para llevar agua potable y sanidad a pobres, crear servicios de manejo de restos fecales en Africa y modificar el sistema educativo para que quienes realicen posgrados en agua y sanidad se enfoquen en soluciones para los pobres.

Cómo realizamos nuestras necesidades tanto en países desarrollados como en países en vías de desarrollo será sin duda un tema que tendrá mayor resonancia en los próximos años.

Por lo pronto, en casa podemos tener una relación más responsable con el uso del baño utilizando inodoros de doble descarga y ahorradores de agua.

¿Están al tanto de la crisis sanitaria de países en vías de desarrollo? ¿Alguna vez se pusieron a pensar en cómo funcionan estos sistemas en casa? ¿Conocen proyectos de sanitarios que no usan agua?